TROYA CONSIGUE EL TITULO DE TRIALER
EN EL VIII FIELD TRIAL DE TUDELA
Después de muchas horas de trabajo éste ha dado sus frutos: Troya consigue alcanzar en una prueba de trabajo oficial un gran resultado. Tras tres cobros que a todos los asistentes les parecieron de una gran calidad el juez danés Keld Jogensen consideró su trabajo como Muy Bueno y logra así su primer título: TRIALER en pruebas oficiales de trabajo para retrievers.
No puedo explicar con palabras la alegría que sentí en el momento de terminar la prueba, sin conocer aún la calificación que le asignaría el juez, por cómo había trabajado en esta ocasión mi chica. En todo momento demostró una concentración y una ilusión mientras batía el terreno que me iba ilusionando a mí en cada cobro.
El primero de ellos lo hizo al borde de la ladera que estaba enfrente de la batería de perros y conductores no requiriendo más que un par de indicaciones por mi parte.
El segundo fue más complicado. Tuvo que subir a la ladera y seguir mis indicaciones de parada y dirección en dos ocasiones.
El tercero fue el más difícil. Los cuatro perros de nuestra batería habían cobrado ya la mayor parte de la caza abatida y en el área que pidió el juez que buscara no quedaban más que una ó dos palomas. Era una zona bastante amplia de la ladera, en un terreno lleno de matorral bajo, y yo no estaba nada seguro de dónde podían encontrarse. Así que me limité a dejar que se moviera de lado a lado de la zona elegida sin más que hacerla volver a ella cuando hacía intención de salirse de los límites indicados por el Sr. Jorgensen.
Me hubiera gustado verme la cara cuando Troya, después de un largo rato de trote alegre y alta concentración levantó el hocico y batió una zona de unos pocos metros cuadrados. ¡Ahí estaba! se agachó a por ella, la cobró y acudió a mi llamada, entregándome la pieza en la mano. En ese momento mi admiración hacia mi perra fue enorme.
La palabra que puede resumir la jornada de trabajo es orgullo. Orgullo de esta raza maravillosa, que siempre está deseando agradar a su dueño. Orgullo de mi compañera de viaje, que ha logrado hacerme sentir mucha felicidad un día de la festividad de nuestra patrona, la Virgen del Pilar, que seguro que nos hechó una manica, y que nunca olvidaré.